La medición de los niveles de dopamina en orina o sangre, además de los niveles urinarios de ácido vanililmandélico (VMA) y ácido homovanílico (HVA), puede ayudar en el diagnóstico bioquímico y el seguimiento de los neuroblastomas [1]. Esta prueba también puede ser útil para evaluar feocromocitomas y paragangliomas secretores de dopamina (PPGL) [2]. Los neuroblastomas ocurren predominantemente en niños y son la neoplasia maligna más común en menores de 1 año. Los neuroblastomas son tumores que metabolizan las catecolaminas y, por lo tanto, los metabolitos de las catecolaminas (incluidos VMA y HVA) son más confiables que las catecolaminas como marcadores bioquímicos de los neuroblastomas [1]. Sin embargo, los niveles urinarios de VMA y HVA pueden tener una precisión limitada para el diagnóstico de neuroblastomas con biología metastásica de alto riesgo [1]. Debido a que el mal pronóstico se asocia con la inmadurez del metabolismo de las catecolaminas, se han propuesto los niveles de dopamina en orina o sangre como un marcador adicional para ayudar en el diagnóstico y seguimiento de los neuroblastomas [3]. La mayoría de los PPGL secretan catecolaminas, pero la cantidad relativa de dopamina, norepinefrina y epinefrina varía ampliamente. La Endocrine Society recomienda las mediciones de metanefrinas fraccionadas en orina o libres en plasma (es decir, los metabolitos de catecolaminas O-metiladas) para las pruebas bioquímicas iniciales de PPGL [4]. En pacientes con alta sospecha clínica pero presión arterial normal y niveles normales de metanefrinas, la medición de dopamina y sus metabolitos (HVA y metoxitiramina) puede ayudar a diagnosticar PPGL que secretan predominantemente dopamina [2]. Los resultados de esta prueba deben interpretarse en el contexto de los antecedentes clínicos y familiares pertinentes y de los hallazgos del examen físico. Referencias 1. Eisenhofer G. Tumores productores de monoaminas. En: Rifai R, et al. editores. Libro de texto Tietz de medicina de laboratorio . 7ª edición. Elsevier Inc; 2022. 2. Jain A, et al. Pediatr Nephrol . 2020;35(4):581-594. 3. Brodeur GM, et al. J Clin Oncol . 1993;11(8):1466-1477. 4. Prestamistas JW, et al. J Clin Endocrinol Metab . 2014;99(6):1915-1942
Ayuno de 8 a 12 horas antes del examen. Seguir las indicaciones médicas específicas para la prueba.